domingo, 5 de junio de 2016

El arte en Los Simpson V


¡Hola a todos!

Pues hemos llegado al final de este museo del arte simpsoniano. Han sido cinco largas entradas llenas de arte y de análisis que me ha gustado mucho hacer y de los que he aprendido bastantes cosas que no sabía. Esto me ha servido para ver que las referencias al arte en Los Simpson son muchas, muy variadas y, en gran parte, prácticamente desconocidas para nosotros. Matt Groening y su equipo han hecho una labor invaluable al mostrarle al gran público un gran número de obras de arte de todos los estilos y todas las épocas para acercar el arte a los que somos legos en la materia. Es una pena que hayamos llegado al final, pero todo tiene que acabar. Y ya sin más, os invito a visitar esta última galería de arte simpsoniana.


56. Perros jugando al póker (Coolidge, 1903)

Aunque no contaba con una buena formación como artista, el talento para el dibujo de Coolidge le llevó a crear una serie de historietas para un periódico local cuando apenas tenía veinte años. Su habilidad con los lápices llamó la atención de la agencia de publicidad Brown & Bigelow, que le contrató para realizar la publicidad de una marca de cigarrillos. El resultado de ese trabajo son dieciséis cuadros al óleo sobre perros en diversas poses humanas; nueve de esos cuadros muestran a los perros jugando una partida de póker, razón por la cual se conoce así a toda la colección, aunque algunos perros hacen otras actividades, como jugar al billar o leer el periódico. La que aquí os muestro es una de las más famosas y se titula A friend in need (que se traduce como 'amigo en la adversidad'), haciendo referencia al naipe que uno de los perros le pasa a su compañero con una de sus patas traseras.




Si hay una imagen que ha gustado mucho a los creadores de Los Simpson, esa ha sido Perros jugando al póker, pues solo hay que ver la cantidad de veces que hemos podido encontrarla en varios momentos de la serie. En esta primera captura, vemos que este famoso cuadro de Coolidge forma parte de la colección de arte del señor Burns (e incluso él mismo está jugando la partida de póker con los perros).




Otra versión la hemos visto en la casa de Los Simpson. Con el objetivo de ganar el concurso de la mejor foto para ilustrar la agenda telefónica de Springfield, Bart y Lisa montan un escenario con perros que juegan una partida de póker, y estos están colocados como en el cuadro original.




La tercera versión, y tal vez la más famosa, es aquella que pudimos ver en la galería de arte macabro de Bart Simpson. Al parecer, la historia que acompañaba ese cuadro era tan terrorífica que no se les permitía emitirla. Y al ver la cara de locura de Homer, no nos extrañaría nada que así fuese.





57. Pintura de 1933 (Miró, 1933)

Es muy complicado analizar el arte de Joan Miró porque no hay palabras para describir sus cuadros. Experimentador siempre insatisfecho, Miró trataba de encauzar la excesiva espontaneidad en la fase antipictórica que precedía a estas obras. En otras palabras, quería llevar su arte por una vía más conceptual, liberándola de cualquier experiencia visual. Y aunque Miró trató por todos los medios de desvincular su obra de la sospecha de facilidad, ya en su época fue incomprendida y poco admirada.




Este cuadro de Miró fue el que Lisa escogió para ver por última vez antes de que su cerebro empezara a involucionar al estilo de los Simpson (aunque más tarde vimos que eso solo les pasaba a los varones de la familia). Lisa se queda embelesada mientras contempla este cuadro, e incluso trata de explicarle al guardia de seguridad las emociones que le suscita... antes de enterarse de que fue el propio guardia el que ha pintado el cuadro, pues guarda el original en su casa.





58. Puente sobre laguna de lirios de agua (Monet, 1899)

Este cuadro, al igual que otros muchos cuyo tema principal son los nenúfares o lirios de agua, fue pintado en la ciudad de Giverny, lugar que no está lejos de París, donde Monet compró una casa para su familia y creó un hermoso jardín que convirtió en su paraíso particular. Llenó el estanque de plantas acuáticas que distribuyó a su gusto, según el color de cada flor, pues así planificaba los motivos de sus cuadros. Para crear esta atmósfera oriental (este cuadro también es conocido con el nombre de Puente Japonés), Monet seleccionó un diverso número de nenúfares, lirios de agua, peonías y sauces para enmarcar el puente que atraviesa el estanque. En el cuadro, Monet hace gala de un extraordinario dominio de la luz y el color. Brochas bien cargadas de pintura contrastan con pequeñas pinceladas formando un conjunto muy bello, luminoso y placentero.




Durante la alucinación de Bart sobre su estancia en Francia, hemos podido ver también una representación de este hermoso cuadro de Monet, como podéis ver en la captura de pantalla.





59. Relatividad (Escher, 1953)

De nuevo M.C. Escher vuelve a ser homenajeado en la serie. Para esta ocasión, los dibujantes se han decantado por esta lámina titulada Relatividad, en la que vemos unos edificios de los que salen hombres en todas las direcciones. Las escaleras son las que marcan la relatividad a la que hace referencia el título de la obra, pues en un mismo tramo de escalera puede haber dos personajes que, aun colocados en el mismo sentido de marcha, uno sube y el otro baja, lo cual para nosotros es imposible. En el universo creado por Escher, varias dimensiones convergen, se unen, se mezclan. Diferentes personas comparten una vivienda sin enterarse en absoluto de la existencia de quienes se rigen por otro eje gravitatorio.




En Los Simpson se ha homenajeado varias veces a Escher utilizando sus cuadros para ilustrar diversas situaciones en la serie o en la película. Sin embargo, la obra Relatividad ha sido representada en uno de los gags del sofá. La familia Simpson viene de varias direcciones y se reúne en el sofá para ver la televisión.





60. Retrato de un hombre joven (Rafael, 1514)

Lamentablemente, a día de hoy sigue sin aparecer esta hermosa pintura realizada por Rafael Sanzio y tenemos que conformarnos con verla en láminas e ilustraciones, ya que el original sigue desaparecido. Fue visto por última vez en 1945, año en el que todavía constaba como una de las piezas de arte que formaban parte de la colección privada de Adolf Hitler. El cuadro, posiblemente un retrato de Francesco Maria della Rovere, es una muestra de la influencia florentina del artista, lo que se puede ver en la pose del retratado y en la forma piramidal que adquiere su cuerpo, muy propia del arte renacentista. La expresiva mirada del joven también se ha visto en otros cuadros de Rafael, como el conocido La Fornarina. Es una pieza de incalculable valor y su búsqueda continúa.




¿Y dónde se podría encontrar este cuadro perdido de Rafael? Pues en Los Simpson se sigue la idea de que formaba parte de la colección de cuadros que los nazis expropiaron y que posteriormente el Escuadrón del Pez Volador rescató. Sin embargo, la tontina que organizó el escuadrón habría de mantener los cuadros a buen recaudo en una caja fuerte, hasta que apareció el legítimo dueño de las obras para reclamarlas.





61. Retrato de la madre del artista (Whistler, 1871)

Este famoso lienzo del pintor estadounidense James Whistler es uno de los cuadros más famosos del mundo, tanto por su sobriedad como por el magnetismo de la imagen. Tal vez el tratamiento del color, una armonía entre el negro y el gris, haya sido el causante de esa impresión; o tal vez haya sido la economía de medios utilizados para su realización, lo que nos da una idea de su austeridad. Lo que es innegable es que es un retrato limpio y bello de la madre del artista, Ana Matilda, que posa con suma elegancia y dignidad ante su hijo. Apenas hay elementos decorativos en la escena que puedan eclipsar la imagen de la venerable mujer. Tan solo una estampa del Támesis, tema muy frecuente en las láminas grabadas o pintadas por Whistler.




Obviamente, el cuadro que aparece en esta captura no es igual que el cuadro original del que hemos hablado. Sin embargo, es evidente que los dibujantes se han inspirado en el cuadro para hacer su propia versión. Como podéis ver, el parecido es notable.





62. Lámina sin título (Rothko, 1953)

Hablar de expresionismo abstracto es dar pie a comenzar un debate acerca de la consideración de las obras propias de este estilo como verdadero arte, siempre comparándolas con otros cuadros más clásicos de otros períodos históricos. Pero la obra pictórica de Rothko siempre provoca interés y mueve a la reflexión o, por lo menos, nos hace plantearnos la peculiar visión del arte del autor. El cuadro que nos ocupa alterna los colores amarillo, rojo y azul, siendo dominante este último. Rothko describía su arte como algo que vivía y respiraba, aunque también afirmaba que, ante sus obras, callar era bastante acertado. Rothko tenía el convencimiento de que había que dejar al espectador que buscase un significado a su obra en vez de ofrecerle una explicación de antemano. Por esa razón, el cuadro de Rothko no tiene una explicación objetiva, pues dependerá en cada caso de la persona que lo contemple.




Cualquier representación simpsoniana de un cuadro abstracto puede ser un homenaje o pura invención (o malinterpretación de los fans). Sin embargo, es curioso el gran parecido que tiene la pintura que se ve detrás de los trabajadores del museo y el cuadro de Rothko.





63. Suprematismo Dinámico (Malévich, 1916)

El suprematismo fue un movimiento artístico centrado en la representación de figuras geométricas, y el creador y máximo exponente de este movimiento fue Kazimir Malévich. El nombre de suprematismo procede de la palabra "suprimir"; la esencia de la obra debe estar presente en la propia obra. La idea era romper radicalmente con el arte clásico. No se buscaba transmitir un mensaje social, sino representar un mundo sensible cuyo lenguaje fuera traducido a través de cuadrados, rectángulos, círculos y triángulos de diversos colores. La visión de esta combinación de formas geométricas causa tensión, una especie de estrés visual que motiva al espectador a querer enderezar las figuras.




Tengo serias dudas acerca de la verdad en la inspiración del cuadro de Malévich para crear esta representación en el Museo Springsonian, pues vemos que el cuadro original no se parece mucho a esa lámina azul con un rectángulo naranja en el centro. Sin embargo, algunos han creído que sí ha habido inspiración. Eso lo dejo a vuestro juicio.





64. Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (Seurat, 1884-86)

La isla de la Grande Jatte, que durante muchos años fue un sitio industrial reconvertido en unos hermosos jardines públicos y un conjunto residencial, quedó hermosamente retratada por Seurat en esta conocidísima obra maestra del puntillismo. Seurat dedicó dos años a pintar el cuadro, concentrándose escrupulosamente en el paisaje del parque. Puso especial cuidado en el uso de la luz, las formas y del color. La técnica pictórica empleada fue el puntillismo, que consiste en la creación de figuras mediante puntos de diversos colores que, a través de la ilusión óptica, forman una figura coherente en el ojo del espectador.




Esta maravillosa obra de arte ha tenido su representación simpsoniana, demostrando que su autor es todo un artista, pues fue nada más y nada menos que Barney Gumble el que pintó esta hermosa escena en una servilleta. Es una pena que Moe rechazara su dibujo sin siquiera mirarlo...





65. Tiranosaurio contra Triceratops (Knight, 1927)

Los dinosaurios ocupan un lugar de honor dentro de la cultura moderna, pues han causado la fascinación de niños y adultos. De todos los dinosaurios cuyos restos han sido descubiertos y estudiados, el Tiranosaurio Rex se ha convertido en el favorito de muchos, el rey de todos los dinosaurios. En el cine ha sido frecuente verle entablando batalla con el Triceratops, y uno de los modelos que se han utilizado para las adaptaciones fílmicas de esa lucha ha sido esta obra de Charles Knight, que representa con sorprendente realismo a estos dos extintos animales a punto de enzarzarse en una pelea.




Este cuadro tan peculiar hemos podido verlo en la cabecera de la cama del pequeño Homer Simpson. Como veis, es prácticamente idéntico al original.





66. La Dogana, San Giorgio, Citella (Turner, 1834)

Cuando Joseph Turner viajó a Italia, quedó prendado de la hermosa y plácida Venecia, cuyos legendarios canales inmortalizó en muchas de sus obras pictóricas. A diferencia de sus pinturas de Roma, las impresiones de Turner sobre Venecia no se centran en las ruinas antiguas o el pasado histórico, sino que exploró la bella combinación de agua, luz y arquitectura renacentista. El cuadro que aquí os presento invita al espectador a la calma, a la tranquilidad y a dedicar unos momentos a disfrutar del amable paisaje veneciano que él supo representar con indudable maestría.




Durante el paseo de Homer y Marge por el Museo Springsonian, una de las obras que se detienen a comentar es precisamente este cuadro de Joseph Turner, cuyas preferencias pictóricas, como explica Marge, estaban orientadas a la representación de canales venecianos.





67. Washington cruzando el Delaware (Leutze, 1851)

Se muestra en este cuadro al comandante del Ejército Continental, erguido y audaz junto a la proa del bote, navegando las aguas del río Delaware en la noche de Navidad de 1776. Meses antes se había firmado la Declaración de Independencia en Filadelfia, pero durante los meses de otoño el general Washington encabezó un ejército acosado por las deserciones, las derrotas acumuladas y la desmoralización. Este cuadro, en realidad, eleva demasiado un episodio menor de la Guerra de la Independencia. La obra de Leutze, como el resto de sus trabajos, combina la información cuidadosamente recabada con un estilo dramático y minucioso.




Esta imagen de George Washington también tuvo su correspondiente representación simpsoniana, concretamente en un libro de texto de Bart Simpson. Sin embargo, como es habitual en Bart, en vez de estudiar la vida de tan ilustre personaje, se dedica a dibujarle aviones disparando y monstruos marinos.





68. Autorretrato con sombrero de fieltro gris (Van Gogh, 1887-88)

No era fácil en esta época la situación de Vincent Van Gogh. El artista no soportaba la vida en París. Su deseo era marcharse al sur, a Arlés, donde tenía la intención de crear su Japón del Sur. En su mente persistía esa idea de la huida, lo que se puede ver en los autorretratos que realizó en estos años. En estos autorretratos, Van Gogh se representa con la misma expresión de preocupación, en la que se puede intuir cierta serenidad. El rostro, realizado con pequeñas pinceladas que rondan su cabeza y se se insertan en su rostro y su chaqueta, recuerda mucho al estilo puntillista de Seurat.




Hallamos este cuadro entre otras obras de arte de Van Gogh que van en el camión que vemos en la captura de pantalla. Como se puede ver, el retrato del artista destaca por encima del resto de cuadros.





69. George Washington 'Lansdowne Portrait' (Stuart, 1796)

El retrato Lansdowne es uno de los retratos del presidente Washington más icónicos que existen. La pintura está llena de simbolismo que relaciona los Estados Unidos con el antiguo Imperio Romano. George Washington posa, vestido de negro, a la manera de un orador ante unas columnas dóricas y un escritorio con su respectiva silla, muebles en los que se pueden distinguir motivos de fasces y de águilas doradas (símbolo característico de la antigua Roma). La espada de Washington es más un adorno que una verdadera espada de batalla, pues es un símbolo del gobierno democrático. Los libros que hay bajo la mesa tienen títulos que hacen referencia tanto a las dotes como líder del presidente como a la nueva forma de gobierno constitucional americano. El papel y la pluma sobre la mesa representan el mandato de la ley. Y el arcoiris que se ve en la esquina superior derecha del cuadro simboliza el fin de la Guerra de la Independencia y marca el inicio de una nueva era de paz y prosperidad.




No es la primera vez que aparece George Washington en Los Simpson, aunque es posible que en esta captura a más de uno se le haya escapado, pues el cuadro del fondo no es demasiado grande. No obstante, se reconoce inmediatamente al personaje.





70. Guernica (Picasso, 1937)

Es posible que este lienzo de Picasso sea uno de los más famosos del siglo XX, tanto por ser una de las mayores representaciones del Cubismo como por el polémico tema que trata: el sufrimiento que inflige la guerra a los seres humanos. El Guernica es un cuadro que está repleto de símbolos, que van desde las figuras que pueblan el cuadro hasta los colores con los que ha sido pintado, en un riguroso blanco y negro. Son muchas las opiniones que han suscitado los personajes del cuadro: El toro, símbolo de la brutalidad y la oscuridad; la paloma, que puede ser símbolo de la paz rota o de la destrucción de las artes; la bombilla, símbolo de la ciencia que se vuelve contra sí misma; o el hombre implorando, que expresa el deseo de que la guerra y la barbarie terminen de una vez.




Dos han sido las representaciones del Guernica de Picasso en Los Simpson. Una de ellas ha sido este homenaje que el matón Nelson Muntz ha grafiteado en un muro, poniendo como protagonistas del cuadro a sus propios profesores.




Otra versión, esta vez sin cambio alguno respecto al original, la hemos visto en manos de Otto, el conductor de autobús, quien robó el cuadro de Picasso durante un apagón que sufrió Springfield.




¡Y hasta aquí la galería de arte de Los Simpson! Espero que os haya gustado mucho y que me deis vuestra opinión. ¿Qué obra de arte os ha gustado más? ¿Y cuál es la que menos? ¿Me he dejado alguna obra que os gustaría haber visto aquí reseñada? Estoy abierta a todos vuestros comentarios!

3 comentarios:

  1. Vaya, has dejado una muestra verdaderamente enciclopédica sobre tus conocimientos artísticos y simpsonianos (yo desde luego no recuerdaba tantas obras ni en qué capítulo salían). Groening debería ficharte para publicar más libros sobre la serie, como ese mítico "Guía para la vida de Bart Simpson" jeje.

    Me ha gustado mucho, un beso!

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    1. Bueno, admito que he tenido que buscar varias obras y sus títulos porque no las conocía o no me acordaba en el momento de escribir el artículo. Ojalá tuviera tan buena memoria! Y créeme que, si me pagaran por hablar/teorizar/debatir sobre Los Simpson o Futurama, me dedicaría a ello en cuerpo y alma. ¡Es una pena que no paguen por esas cosas!

      Gracias por pasarte, leer y comentar! Es genial que te haya gustado tanto!

      Un besazo!

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  2. ¡Muy bueno, Laura! Enhorabuena por tu trabajo, me ha resultado muy curioso. Te invito a pasar por mi blog: artetorre.blogspot.com

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