jueves, 18 de febrero de 2016

Suki desu! ^^* ¡Cómo regalar chocolate a la japonesa!


¡Hola a todos!

¿A cuántos de los que me leen les gusta el chocolate?

Pregunta absurda, pues es bien sabido que el chocolate le gusta a un 98% de la población mundial (vale, me he inventado la estadística, pero le gusta a mucha gente). El chocolate es uno de los grandes milagros de la naturaleza, perfeccionado después por la mano del hombre. Bombones, tabletas, chocolatinas, helados, mousse, cremas, trufas, virutas, con galletas, con churros, relleno de naranja, de fresa, de menta... Hay mil y una modalidades de comer chocolate, cada una más deliciosa que la anterior (de hecho, a mí se me está haciendo la boca agua ahora mismo). Pero hay una variante mucho mejor del chocolate: El chocolate que se regala a otra persona.

Sé que puede parecer una chorrada, pero yo soy así de cursi. Para mí hacer regalos no es ningún suplicio (excepto cuando no sé qué regalarle a la otra persona para sorprenderla), y una de las cosas que más me gusta es dedicar un tiempo a pensar en lo que le voy a regalar a una persona a la que aprecio. Y cuando no se me ocurre nada material que regalar, siempre me queda la opción de regalar chocolate, pues creo que es un detalle bonito y una manera muy dulce de decirle a la otra persona el inmenso cariño que sientes por ella.

En Japón han llevado esto al extremo. Como muchos sabéis, la cultura japonesa tiene muchas peculiaridades que a nosotros nos parecen chocantes, y con la entrega del chocolate no se han quedado atrás. Los japoneses no son personas que te regalen bombones sin más, pues dependiendo del contexto en el que lo hagan estarán tratando de expresar una emoción que puede ir desde el amor hasta el mero agradecimiento.

Hay distintos significados en Japón a la hora de entregar chocolate a otra persona. Vamos a echarles un vistazo:


*Honmei Choko

Este tipo de chocolate es el más conocido por todos, y también el que tiene mayor carga sentimental. Durante el día de San Valentín, las chicas japonesas regalan una caja de chocolates a su novio o a su marido, es decir, a la persona de la que están enamoradas. Cuando las chicas quieren declararse (kokuhaku, declaración de amor), confiesan sus sentimientos regalándole chocolate al chico que más les gusta. Al tratarse de un chocolate que quiere expresar un sentimiento tan importante, es común que las chicas lo preparen en su casa y lo envuelvan con esmero. En el caso de no poder hacerlo, se puede optar por comprar una caja de bombones o chocolatinas, pero estas serán de una marca valiosa y bastante cara.

Como curiosidad, decir que los hombres que el día de San Valentín reciben chocolate de una mujer, tienen que corresponder el regalo cuando llegue el Día Blanco, que se celebra un mes después. Aunque también pueden regalarles chocolate, suelen decantarse por peluches, joyas, accesorios de vestir u otras cosas más caras.


*Giri Choko

Se traduciría como "chocolate obligatorio", lo que no deja demasiadas dudas acerca de su uso y disfrute. Se trata de chocolate simple, comprado en tiendas y envuelto en paquetes normales, sin gastar mucho dinero. Este tipo de chocolate se suele regalar a los compañeros de clase o del trabajo, y se hace para agradecer a esas personas la oportunidad de poder trabajar a su lado. No tiene ninguna connotación romántica o de cariño, sino sólo agradecimiento. Es una costumbre bastante arraigada entre los japoneses el hacer este gesto a sus compañeros de trabajo, férreos como son en el cumplimiento de las convenciones sociales.


*Tomo Choko

Por su traducción, tomo significaría "amigo", y eso es precisamente lo que significa este tipo de chocolate. Se trata de un regalo que se suele hacer entre amigas. Tampoco tiene connotaciones románticas, sino sólo de amistad. Recibir un Tomo Choko de una amiga significa que esa persona valora muchísimo tu amistad y te lo agradece con ese gesto.


*Gyaku Choko

La palabra gyaku significa "al revés", y esto va relacionado con el Honmei Choko. ¿Recordáis cómo iba la cosa? En San Valentín sólo las chicas regalan chocolate a los chicos. Esto lo saben también las compañías chocolateras, que preparan sus chocolates y envases con textos en los que claramente se nota que es una chica la que se declara a un chico. Pero estas mismas compañías son muy previsoras, y por eso también existe la variedad para que la regalen los chicos, cuyo envoltorio lleva el texto invertido. De ahí viene el nombre de Gyaku Choko.


*Mai Choko

Este chocolate no lo regala nadie, sino que es un capricho que uno mismo se hace de vez en cuando. Las personas que trabajan muy duro todos los días se compran un Mai Choko como recompensa por sus esfuerzos. Es un capricho, una delicatessen que no se come todos los días. Se trata de un chocolate bastante caro y la gracia es que es para disfrutarlo en soledad, no para compartir.


*Fami Choko

Como su propio nombre indica, fami viene de "familia". Este chocolate se suele regalar a un miembro de nuestra familia, ya sea el padre o la madre. Es un obsequio que se hace sólo a nuestros parientes más cercanos, quedando los amigos y compañeros fuera de esta modalidad.


*Yuri/Homo Choko

Estando como estamos en un mundo donde las diferentes inclinaciones sexuales están cada vez más aceptadas, es obvio que tenía que existir una variante chocolatera que lo reflejara. Las palabras yuri y homo significan "lesbiana" y "homosexual", y sabiendo como sabemos que en San Valentín son las chicas las que regalan chocolate a los chicos que les gustan, se ha creado la variedad en la que las chicas pueden regalarle chocolate a las mujeres que les gustan, y los hombres a aquellos varones de quienes están enamorados. Es una forma de decir "soy gay y me gustas".


Como veis, hay chocolates de todos los tipos y para todas las ocasiones. Puede que muchos os estéis preguntando por qué hay tantos tipos diferentes de chocolate. La razón es simple: En Japón, país donde no se acostumbra a confesar abiertamente los sentimientos, quedaría muy mal que se malentendiera un gesto en apariencia tan inocente como regalar chocolate. Es decir, que quedaría muy feo entregarle un Honmei Choko a un simple amigo, pues éste podría entender que nos gusta.

¡Y nada más por hoy! Ya sé que es un poco tarde para regalar chocolate en San Valentín, pero siempre podéis poner en práctica alguna otra de las modalidades chocolateras de los japoneses. Porque me juego algo a que os he metido el gusanillo de comer un trocito de chocolate, así de extranjis... ¿A que sí? ^^*





5 comentarios:

  1. Acabas de conseguir que me acabe la tableta que guardaba para mañana, ¡bruja! :-P
    Pero, y lo rico que estaba... qué bien me ha sentado ese Mai Choko.

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    1. ¡Juas, juas, juas! ¡Soy la bruja del chocolate!

      Baah, no te arrepientas de habértelo comido, que en la vida también hay que darse un caprichito de vez en cuando. Y, oye, que tú también trabajas mucho y a tiempo completo; el chocolate te proporciona la energía que necesitas para hacer frente al día a día (si lo repites muchas veces, al final cuela, XD!).

      Yo recuerdo con especial nostalgia aquellas trufas que compraste cuando fui a visitaros. Y aquel helado en la chocolatería Valooooor! Madre míaaaa!

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    2. ¡A ver si vuelves pronto, aunque sea como excusa para volver a probarlos! :-D
      Por cierto, al final me hiciste un favor; de todos modos hoy no podría haberme comido ese bendito chocolate porque es viernes de Cuaresma ^^UUU

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    3. Ah, pues mira qué bien te ha venido! Si es que yo tengo un ojo para estas cosas!

      La verdad es que me estoy planteando seriamente la posibilidad de volver, pero aún no hay nada confirmado. Eso sí: Si vuelvo, prometo intentar llevaros una delicatessen chocolatera de Santiago de Compostela que no creo que hayas probado, ^^*.

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  2. Así es, el 14 de marzo es cuando los chicos corresponden al regalo chocolateado que les han hecho las chicas. Pero claro, luego surgen los problemas. Imagínate que un chico es muy guapo y popular, y varias chicas le regalan chocolate en San Valentín. ¿¿De dónde va a sacar tanto dinero para comprar regalos para todas?? ¡Se va a arruinar!

    A mí también me gustaría mucho ir a Japón. Es uno de mis sueños, pero me da que no creo que se cumpla nunca... ¡Ojalá tú tengas más suerte!

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