miércoles, 6 de agosto de 2014

The Power of Rock& Roll!!! Nos vamos de festival!!


¡Hola a todos!

¡Pedazo principio de agosto que hemos tenido por aquí! ¡Gente, música y ganas de pasarlo bien por todas partes! Han sido unos días bastante movidos no solo para mí sino también para el resto de Viveiro, porque durante tres intensos días hemos recibido la visita de miles de personas que han acudido a su cita anual con el Resurrection Fest.

¿Y qué es el Resurrection Fest?

Probablemente habréis oído hablar de este festival de música que tiene lugar en Viveiro ininterrumpidamente desde el año 2006. Cada principio de agosto, la pequeña ciudad de Viveiro se llena con miles y miles de amantes del metal, del hardcore y del punk, y el número de asistentes aumenta año tras año. Desde sus inicios se ha convertido en uno de los festivales de música más importantes de España, y está alcanzando reconocimiento a nivel internacional.

La magnitud de este festival de música extrema es tal que cada año vienen más personas a esta pequeña ciudad, que se queda aún más pequeña con tanta gente alrededor. Pero lo bueno de todo esto es que, a pesar de los recelos que causaban al principio entre los viveirenses, son gente de lo más maja. No hemos tenido nunca ni un solo problema con ellos, pues pueden presumir de un comportamiento ejemplar.

Y, después de Resu, toca hablar de otro espectáculo musical que no tiene absolutamente nada que ver con el metal. A principios de agosto también se celebra otro festival llamado Mostra Folclórica Internacional, éste con más arraigo y empaque, puesto que hace más de treinta años que se está celebrando. La Mostra Folclórica consiste principalmente en una exhibición de coros y danzas procedentes de España y de otros países del mundo. Se trata de sentarse a observar los bailes y cánticos de otras culturas muy diferentes a la nuestra, desde los ritmos fuertes y tribales del África profunda a los suaves movimientos procedentes de Asia, pasando por la colorida Sudamérica y las acrobacias de los danzantes de Europa del Este. La verdad es que es un hermoso espectáculo.

Y ahora, después de esta introducción, pasemos a hacer la crónica detallada:


Primer Día: Viernes

Pues empezamos con fuerza, porque el viernes fue nuestro día dedicado a la IX edición del Resurrection Fest. Mi amiga Rebeca vino a visitarme y a quedarse unos días en mi casa, y esa misma noche decidimos salir a dar una vuelta por los alrededores del recinto festivalero. Y digo recinto porque no teníamos entradas. La cosa es que las entradas cuestan unos 45 euros si vas un día al festival y 79 si vas los tres días (aunque para los empadronados en Viveiro hay descuentos). Es una muy buena opción si decides vivir el festival a tope, porque a lo largo del día tienes más de diez conciertos y puedes asistir a todos los que quieras. Sin embargo, si no estás acostumbrado a ese ritmo o tampoco te llama mucho el estilo musical, la verdad es que es tontería gastarse el dinero en una entrada. Nadie puede colarse, porque el recinto está delimitado y vigilado, pero puedes acercarte y escuchar algo de música mientras estás con tus amigos.

Y eso fue lo que hicimos. Nos reunimos cuatro amigos para cenar y beber algo al aire libre y, de paso, disfrutar con la música. Aunque la actuación de Megadeth fue el jueves por la noche, cuando se abrió el festival, el resto de bandas estuvieron fantásticas. El público estaba muy entusiasmado, y era increíble verles a todos alzar las manos al ritmo de la música y bailar pogo como locos. Como ninguno de nosotros tenía entrada, tuvimos que buscar un sitio para ver el concierto a distancia. Resulta que si te colocas cerca de la carretera general disfrutas de una vista magnífica de los conciertos. Pero al final vino la policía municipal y nos echó de allí con la excusa de que era peligroso y tal, y tuvimos que irnos.

Así que, después de dar varios paseos ambientados con música de lo más impresionante, volvimos a casa.



Cartel de Resurrection Fest


Segundo Día: Sábado

¡Lluvia, lluvia y lluvia! ¡Ah, qué rabia! El sábado fue el peor día con diferencia, pues el clima estaba de tormenta y llovió bastante a lo largo de todo el día, aunque eso no quiere decir que se suspendiera el festival. Creo que se había hablado de cancelarlo si llovía demasiado o si estallaba la tormenta. Pero como al final no cayeron rayos y truenos (aunque hubiera sido lo máximo; no por nada, los heavies son llamados "Hijos del Trueno"), los conciertos continuaron hasta el final. De hecho, los resus supieron ver el lado positivo de la lluvia y se divirtieron mucho chapoteando en el barro con bañadores y flotadores.

Mal día para salir a dar un paseo y ver el ambiente, precisamente porque cuando menos te lo esperabas caía una tromba de mil demonios. Así que mi amiga y yo decidimos pasar una noche de tranquilidad viendo una película. Y la elegida fue... ¡Cómo entrenar a tu dragón! (vale, no había visto la primera parte).


Tercer Día: Domingo

Resurrection Fest ha terminado hasta el año que viene y todos los asistentes se marcharon hasta el año que viene (eso espero, y que vengan muchos más ^^*). La lluvia también se dignó a darnos un respiro y, por lo tanto, hizo una tarde perfecta para dedicarla a la cultura. ¿Y qué mejor manera de celebrar una tarde tan buena que yendo a la Mostra Folclórica Internacional?

Debo decir que aguardaba esta edición con especial emoción, ya que el año pasado se dijo que probablemente no se volvería a celebrar debido a los recortes de presupuesto. Por eso, cuando se dijo que a pesar de todo habría Mostra, me puse muy contenta.



Portada del programa de la Mostra, con una pareja de Osetia del Norte


Este año hemos recibido la visita de dos grupos españoles (Gijón y Jaén) y cuatro grupos extranjeros procedentes de Sudáfrica, Costa Rica, Rusia y Osetia del Norte. Todos y cada uno de los grupos nos ofrecieron lo mejor de su folclore nacional y regional. Era muy emocionante sentir las vibraciones de los tambores africanos, la delicadeza de los bailarines de Osetia y las sorprendentes acrobacias de los rusos. Por supuesto, principio, intermedio y final fueron propiedad exclusiva de Bágoas da Terra, grupo de coros y danzas anfitrión, que encantaron con típicos bailes gallegos.

Sin embargo, también han habido dificultades técnicas. Durante su danza, los bailarines de Costa Rica empezaron a dar saltos por el escenario y los paneles del suelo se hundieron bajo sus pies, con el peligro que eso suponía. Por suerte, no hubo que lamentar ningún accidente y la cosa se solventó, pero aun así no se permitió a los rusos que ejecutaran su segundo baile, pues era especialmente acrobático y alguien podía resultar herido.


Bueno, y esto ha sido todo. La verdad es que ha sido una manera muy emocionante de empezar agosto, y la cosa sigue. ¡Espero seguir pasármelo igual de bien que hasta ahora!

¡Nos vemos!

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