sábado, 19 de julio de 2014

Arturo, el mejor de los caballeros


Si tuviésemos que destacar un mito entre todos los que nos legó la Edad Media, sin duda tendríamos que escoger la leyenda del rey Arturo. No en vano ha sido el más estudiado y aparece reflejado en todos los ámbitos artísticos: la literatura, la pintura, la escultura e incluso el cine. Y, sin embargo, es muy poco lo que sabemos del Arturo primigenio, el Arturo que dio origen a la leyenda y, posteriormente, al mito. El tiempo y la imaginación popular han hecho llegar a nosotros una imagen muy elevada de Arturo: Rey de Camelot, príncipe de la Mesa Redonda; el hombre para quien el buen gobierno, la amistad y el honor fueron más importantes que su vida o su matrimonio, y que acabó entregando su último aliento por no renunciar a sus ideales.





El origen de un rey

Arturo es un personaje moldeado por siglos de leyendas, canciones y literatura, para acabar conformando un mundo mágico donde la figura del rey alcanza unas cotas de perfección que no han sido superadas ni siquiera a día de hoy por ningún otro personaje. De balada en balada, de verso en verso, de canción en canción, su historia avanza y evoluciona hasta convertirse en lo que conocemos: un mito que se ha ido adornando de unas virtudes universales y ha eliminado todo aquello que pudiera ser antipático o enojoso a nuestros ojos. No hay en toda la historia un arquetipo semejante que encarne todos estos ideales.

Sin embargo, mirándolo fríamente, al personaje no le rodean precisamente unas circunstancias muy honorables. La historia podría resumirse así: Arturo es el hijo de Uther Pendragón e Ygraine, esposa realmente de Gorlois, duque de Cornualles, a la que Uther seduce gracias a las artes mágicas de Merlín. Arturo se convierte en rey con quince años y con su espada Caliburnus (Excalibur) mata a Childric, derrota a los infieles y conquista Escocia, Irlanda, Islandia y las islas Orkney. Se casa con Ginebra y establece su corte en Camelot, donde reúne a sus doce caballeros en torno a la Mesa Redonda. Uno de los caballeros, Lanzarote del Lago, se convierte en su mejor amigo, pero traiciona a su rey al mantener una relación amorosa con la reina Ginebra. Para rematar, su hijo Mordred, fruto de un incesto cometido con su media hermana, se levanta en armas contra él y ambos mueren en la batalla de Camlann.

Como se puede ver, a la historia no le falta de nada: sexo, adulterio, traiciones, ambición, falta de escrúpulos. Y aun así, el resultado es un panegírico al amor, la amistad y el honor. A pesar de todo, Arturo simboliza la esperanza de un pueblo por contar con un buen gobernante, hasta el punto que, durante siglos, fue esgrimido como argumento por los reyes de Inglaterra para justificar su derecho al trono.

Sin embargo, la historia del rey Arturo hay que encuadrarla dentro de la leyenda o el mito. Se trata de un relato que hunde sus raíces en la tradición oral que ha ido recogiendo las actuaciones de unos personajes extraordinarios en un tiempo indefinido y muy lejano. Comenzaremos por los orígenes que se conocen hoy en día y la evolución de esta leyenda a lo largo de los siglos.



Camelot 

A principios del siglo V, la isla de Bretaña se independiza del Imperio Romano. Al retirarse los ejércitos romanos, el poder pasó de mano en mano de jefes y oficiales pertenecientes a dinastías regionales. La unidad británica que había mantenido el Imperio ahora estaba en constante peligro. Paralelamente, unos cuantos sajones provenientes del continente se habían establecido en la isla con el consentimiento de los britanos, quienes les mantenían y daban tierras a cambio de que los defendieran de las invasiones de otros grupos bárbaros. Vortigern, un noble sin escrúpulos, usurpa la corona y permite que los bárbaros continentales se asienten en la isla a cambio de que reconozcan su poder y liderazgo. En poco tiempo, los sajones, los anglos y otros grupos de origen germánico continental empezaron a poblar la isla en detrimento de los britanos y galeses que allí vivían. Su poder se debilita y la consecuencia es que, a mediados del siglo V, los anglo-sajones se sublevan, atacando y saqueando todo el país.

Puede que fuese en este momento cuando surgiera la semilla de la leyenda artúrica, pues entre los britanos aparece un caudillo guerrero que consigue detener la invasión anglo-sajona. La guerra se prolongó durante años, pero los britanos consiguieron consolidar sus posiciones. Una de las victorias más importantes sobre los sajones fue la que tuvo lugar en el monte Badon, en el año 516, que aparece recogida por el monje galés Nennius (siglo IX) en la Historia Brittonum. Contiene también un capítulo titulado “Las campañas de Arturo” y nos habla de las doce batallas en las que participó. Esta obra constituye la primera mención de Arturo como un general britano y un guerrero cristiano que vivió durante el siglo V, cuando las tribus anglo-sajonas estaban atacando Britania.

Otra fuente que recoge noticias sobre Arturo son los Annales Cambriae, una compilación de textos que cubren los años 447-957. Dos de sus entradas mencionan a Arturo, siendo la del año 516 la que hace referencia a la batalla del monte Badon en la que Arturo, supuestamente, llevó la cruz de Nuestro Señor sobre sus hombros durante tres días y tres noches, lo que contribuyó a la victoria sobre los sajones. En cuanto a la entrada del 537, se registra que Arturo y Mordred perecieron en la batalla de Camlann.

No podemos estar completamente seguros de la existencia histórica del personaje de Arturo. Tan solo podemos decir que en el siglo V, durante las luchas entre los britanos y los invasores anglo-sajones, hubo un guerrero (posiblemente un jefe de jinetes) que alquilaba en cierto modo sus servicios a los reyes insulares, cuya actitud heroica causó gran impresión sobre sus compatriotas y que tras su muerte dejó un rastro que se fue haciendo legendario en la memoria popular.

Desde luego, debemos imaginarnos al Arturo “real” no como un rey caballeresco de brillante armadura, sino como un rudo guerrero que vivía en una fortaleza pensada más para la defensa que para el placer. Sin embargo, los éxitos de este guerrero mercenario fueron de tal calibre que la leyenda se adueñó del personaje, exagerando su papel y confiriéndole una dimensión mitológica. El guerrero se transformó en rey, alejándose cada vez más de la realidad y acercándose a lo fantástico.


La forja de una leyenda

Lo cierto es que Arturo es un personaje fundamentalmente mítico, por lo que resulta muy complicado situarlo dentro del marco histórico debido a la escasez de fuentes de la época. Uno de los indicios que podrían dar pie a pensar que existió un Arturo es que entre los siglos VI y VII ese nombre se hizo muy popular a la hora de bautizar niños, lo que supondría que la leyenda del héroe provocó que perviviera en la imaginación popular. En la obra De Excidio Britanniae, del monje británico Gildas no se menciona a Arturo, pero sí a un hombre llamado Ambrosius Aurelianus, la batalla de monte Badon y un personaje al que llama “el Oso”, que en lengua celta era “Art-”, lo que podría dar pie a pensar en Arturo. Otro posible candidato es un tal Lucius Artorius Castus, un general o dux bellorum medio romano medio britano que lideraba las tropas sármatas y que realizaron una expedición para sofocar una rebelión de los pictos en la Armórica.

La obra que engrandeció definitivamente la figura de Arturo como rey de Britania fue la Historia Regum Britanniae, de Geoffrey de Monmouth, publicada en el año 1136, una obra en la que el autor se asigna la tarea de proporcionar un recuento de los reyes que moraron en Britania, centrándose especialmente en el rey Arturo y otros que le sucedieron después de la llegada de Cristo. Geoffrey de Monmouth, un obispo inglés con una buena formación humanista y conocedor de gran número de leyendas y mitos clásicos, postula que la suya es la “verdadera historia”, aunque su certidumbre histórica es más que dudosa. Lo importante es que Geoffrey de Monmouth proyecta la imagen de Arturo como un rey de gran prestigio universal, un monarca espléndido y un victorioso conquistador. A Monmouth también hay que atribuirle la primera aparición del mago Merlín, personaje inspirado en antiguas leyendas galesas. Esta versión alcanzó una gran repercusión al ser traducida al francés, ya que en esa lengua se difundió por toda Europa.

Será Wace en su Roman de Brut (1155) quien traduzca la obra del latín al francés, dándole además forma de romance. De los quince mil versos de los que está compuesta esta obra, cuatro mil están dedicados a la figura de Arturo. Wace le da un lenguaje más popular a la leyenda, haciéndola más accesible, y da también mayor protagonismo a los caballeros de Arturo. Describe la singularidad del reino de Camelot, así como el esplendor de la corte artúrica. Además, este escritor realiza una importante aportación: la Mesa Redonda, el centro de la corte artúrica, donde todos los caballeros están a la par y donde nadie preside ni nadie es presidido.



Lanzarote y Ginebra

También hay que citar a Layamon, quien tradujo el Roman de Brut de Wace al inglés alrededor del año 1250. Esta será la primera obra escrita en inglés que trata la materia artúrica. En el Brut, Layamon pone énfasis en Arturo como rey de los britanos que defiende su reino de los paganos. El rey aparece caracterizado más como defensor que como rey guerrero, protegido por la Virgen María y buen conocedor de los Salmos. También se observan las primeras conexiones con lo sobrenatural y la magia, como su concepción propiciada por el mago Merlín. En su viaje a Avalon, se dice que la reina-hada Argante se hará cargo de él y curará sus heridas para que pueda volver en el futuro.

Y también debemos mencionar a Chrétien de Troyes, el primer escritor francés que introdujo los temas artúricos en la tradición de la novela europea. De él se conservan cinco relatos que tratan la materia de Bretaña: Erec y Enide; Cligês; Yvain o el caballero del león; Lanzarote o el caballero de la carreta; y Perceval o el cuento del Grial. El autor imprime aquí su sello y aumenta el protagonismo de los caballeros de Arturo en detrimento del rey. Además, a todo esto se une un nuevo y principal motivo para sus gestos: el amor como causa determinante de sus acciones.

El amor cortés no será solamente una fórmula, sino también una forma de enfrentarse y romper con los rígidos esquemas de la Iglesia; una especie de rebelión cultural que tuvo lugar en el mediodía francés y ante la cual la doctrina eclesiástica reaccionó pasando por el tamiz el mito artúrico. El resultado es el llamado Ciclo de la Vulgata, compuesto aproximadamente entre 1215 y 1235, que se compone de cinco textos escritos por autores anónimos (quizá monjes cistercienses). En estos textos se hace especial hincapié en la búsqueda del Santo Grial, el supuesto vaso que utilizó Jesús en la Última Cena y en el que posteriormente José de Arimatea recoge la sangre del cuerpo de Cristo crucificado. El Grial será el objetivo que tendrán que alcanzar los caballeros de Arturo, aunque solo aquellos que estén dotados de las mayores virtudes podrán tener alguna posibilidad. El Ciclo de la Vulgata condena a los caballeros “viciados” por los placeres mundanos y ensalza las virtudes de los caballeros “espirituales”, cuyos principios son la fe, la castidad y la pureza. En otras palabras, se identifican religión y caballería.

El final de la historia de Arturo fue narrado por Thomas Mallory hacia 1469 ó 1470 en un conjunto de ocho poemas titulado La muerte de Arturo. Es una de las obras capitales de la literatura inglesa, destacando especialmente el uso del idioma por parte del autor. En esta obra se describe la última batalla de Arturo en Camlann. Al parecer, todo ocurre accidentalmente. Arturo y Mordred se habían citado para firmar la paz, pero en ese momento un caballero de Arturo fue mordido por una serpiente. El acto de desenfundar la espada para matarla fue mal interpretado como un signo de guerra y comenzó la lucha. En esta batalla, Arturo mata a su hijo Mordred y resulta a la vez mortalmente herido por éste. Lo último que sabemos de Arturo es que, moribundo, se aleja en una barca con destino a la isla de Avalon, de donde algún día regresará para restaurar la justicia y la paz en toda Britania.


Mitos dentro del mito

La materia de Bretaña constituye un rico tapiz en el que se trazan las más hermosas y variopintas historias que se han ido recogiendo de la tradición oral a lo largo del tiempo. En estas historias, los personajes cobran vida de una manera muy especial. No son personajes de personalidad plana, sino que están enriquecidos con los deseos y las pasiones que siente todo ser humano; quizá por esa razón han trascendido y han llegado hasta nosotros cargados de un aura especial y atractiva.

Son muchos los mitos que han surgido a partir del gran mito artúrico, sin los cuales no nos podemos imaginar la historia. Con el tiempo y debido a los cambios culturales, algunos han sufrido modificaciones para adaptarse a los gustos de la época o para darle un enfoque distinto a la historia que todos conocemos, aunque sin perder en ningún momento la esencia que les hace tan especiales a nuestros ojos. Entre los mitos más importantes estarían los que siguen a continuación:


Dama del Lago




La misteriosa Dama del Lago es un personaje que no pertenece al mundo de los mortales, sino al plano místico y mágico de la antigua tradición celta. La leyenda cuenta que Merlín encontró un día al hada Viviana (o Nimue, entre otros nombres) junto a la fuente de Barenton y se enamoró perdidamente de ella. Para mostrarle sus habilidades, hizo una manifestación de sus poderes creando para Viviana un palacio de cristal que sumergió en el fondo de un lago para que nadie pudiera descubrirla.

Viviana pertenece a un largo linaje de ninfas de las aguas tan habituales dentro de la antigua tradición celta. Se la representa como un hada de las aguas que reina sobre diez mil vírgenes. Su reino está sumido en una primavera perpetua y su castillo inexpugnable está construido sobre una colina de cristal. En su pequeño mundo nadie conoce la desdicha, el dolor o el aburrimiento. Convertida en la Dama del Lago, Viviana raptó al joven Lanzarote para educarlo en su palacio encantado. Cuando Lanzarote creció, Viviana le contó cuál era su verdadera identidad y le llevó a Camelot para que fuese armado caballero.

La Dama del Lago es también la que proporciona la espada Excalibur al rey Arturo. Un día, Arturo llega a un lago del que surge un brazo que sostiene en alto una bella espada. La Dama del Lago le dice a Arturo que le dará esa espada a cambio de un don que le pedirá cuando llegue el momento oportuno. Arturo se lo promete y la Dama del Lago le permite ir en una barca hasta el centro del lago para que tome la espada.


Avalon




La isla de Avalon es uno de los lugares más misteriosos de la leyenda artúrica, pues su existencia todavía hoy es algo que se pone en duda. Su nombre procede de la palabra galesa “Avallach”, término empleado para designar la “manzana”. Las manzanas simbolizan la eterna juventud que aguarda a los héroes vencedores, entre los cuales se encuentra el rey Arturo, el cual fue mortalmente herido y posteriormente llevado a Avalon en barca por mujeres encapuchadas, entre las que se encontraban Morgana y Viviana.

Lo cierto es que Avalon tiene un aspecto propio del ideal cortesano femenino y guarda una gran relación con el mito céltico más antiguo de la Tierra de las mujeres. Avalon es una especie de paraíso mágico, un lugar donde no hay muerte ni sufrimiento, donde perduran los últimos rescoldos de la magia. La leyenda dice que Arturo se recuperaría de sus heridas en Avalon para volver algún día a Britania. Su última acción antes de embarcarse fue convencer a sir Bedivere para que se deshiciera de la espada Excalibur, que también fue forjada en la mítica isla.

Son muchos los que han buscado un emplazamiento real para la isla de Avalon. Desde el siglo XII se viene asociando con Glastonbury, en Somerset. La razón es que la comarca de Glastonbury es muy rica en manzanos, por lo que se cree que allí podría estar el Avalon artúrico. Sin embargo, es posible que la identificación de Avalon con Glastonbury haya sido una hábil maniobra política del rey Enrique II, deseoso de relacionar su dinastía con la de Arturo. Movido por un rumor oído a un bardo, ordenó a los monjes del monasterio de Glastonbury que hicieran una excavación en la abadía para buscar la tumba de Arturo. Hacia el año 1190 apareció una losa de piedra con una cruz de plomo que identificaba aquel lugar como la tumba de Arturo en la isla de Avalon. Nada de esto tiene fundamento histórico, pero desde entonces se cree que allí descansan los restos de Arturo y su esposa Ginebra.


Morgana




El hada Morgana, también conocida como Morgana le Fay, es una poderosa hechicera en la leyenda artúrica, y una de las principales antagonistas del rey Arturo y la reina Ginebra. La tradición más conocida la identifica como hija de Gorlois, duque de Cornualles, y su esposa Ygraine, por lo que Arturo sería su medio hermano. Tiene al menos dos hermanas mayores, llamadas Elaine y Morgause.

En los antiguos relatos galeses, Morgana está casada con el rey Urien y es madre de Owain. En la Vida de Merlín, escrita en el siglo XII, se explica que Avalon está gobernada por nueve hermanas magas, de las cuales Morgana es la mayor, la más bella y la más poderosa. Conoce todas las propiedades de las plantas y sabe curar todo tipo de enfermedades. El rey Arturo, herido en la batalla de Camlann, se hizo llevar a Avalon, donde Morgana le curó con la ayuda de sus ungüentos y filtros mágicos, y después se convirtió en su amante (en la versión de Monmouth, Morgana y Arturo no son parientes).

Será Chrétien de Troyes quien vincule familiarmente a Morgana con Arturo, además de resaltar su papel como sanadora y discípula de Merlín. Con el paso del tiempo, su personalidad se torna más oscura, más ambiciosa. Se convierte en una de las destructoras de la paz al revelar a Arturo la infidelidad de su esposa con Lanzarote. En las versiones más modernas del mito, Morgana seduce a Arturo y concibe con él a Mordred (en otras versiones, quien lo seduce es Morgause).


Merlín




La historia de Merlín está repleta de misterios. Según algunas leyendas, fue engendrado por un demonio íncubo que sedujo a una monja. En otras versiones, Merlín fue concebido sin intervención masculina. En cualquier caso, siempre se le ha vinculado con las fuerzas de la naturaleza y de la magia, convirtiéndose en guía espiritual y consejero de diversos reyes. Entre sus facultades estaba la de poder comunicarse con los animales, cambiar de forma, hacerse invisible y controlar el clima y los elementos.

Se dice que solo gracias a la intervención de Merlín, Arturo pudo llegar a ser rey. Fue Merlín también el artífice de la concepción de Arturo, ya que ayudó a Uther a conseguir a Ygraine utilizando su magia para darle el aspecto del duque Gorlois de Cornualles (es evidente el paralelismo con el mito de la concepción de Heracles). Posteriormente, se encargaría de llevarlo con sir Héctor para que lo criara. Años después, sería quien forjara la mítica espada Excalibur y la clavaría en una piedra, a la espera de que Arturo viniera a reclamarla.

Cuando Merlín era ya muy anciano, se dice que conoció a Viviana, a la que le enseñó numerosos encantamientos a cambio de que se convirtiera en su amante. Pero Viviana le temía por ser hijo de un demonio, de modo que le pidió que le enseñara el hechizo para atrapar a un hombre. Merlín se lo enseñó, y Viviana utilizó el conjuro contra él, atrapándolo en una roca o en un árbol, del que Merlín no podría salir nunca.


Mordred




El antagonista por excelencia del rey Arturo es también su hijo ilegítimo. Mordred, fruto del incesto cometido entre Arturo y su media hermana Morgause (o Morgana, según las versiones), será quien acabe definitivamente con el reinado de su padre.

Nombrado caballero a los veinte años, Mordred es al principio una figura ejemplar. Pero pronto empieza a mostrar resentimiento contra los que son mejores que él. Como hijo de Arturo, se queda a cargo del reino cuando su padre marcha a Francia para luchar contra Lanzarote. Mientras Arturo está fuera, Mordred intenta usurpar el trono. En algunas historias, la reina Ginebra se convierte en amante de Mordred y se pone de su parte, mientras que en otras se muestra determinada a oponer resistencia.

Los conflictos entre padre e hijo son cada vez mayores, aunque sus fuerzas armadas están muy igualadas. No queda más remedio que tratar de establecer una tregua. En Camlann, ambos reyes al mando de sus ejércitos se citan para firmar la paz. Un caballero saca su espada para matar a la serpiente que le ha mordido y esto provoca un malentendido que termina en una batalla campal de la que pocos salen con vida. Mordred y Arturo se enfrentan en combate singular y ambos se hieren de muerte. Mordred caerá en Camlann, mientras que Arturo será llevado a Avalon para sanar sus heridas.


Excalibur




La espada legendaria del rey Arturo, el arma que le da el derecho a reclamar el trono de Britania y le ayuda a derrotar a todos sus enemigos gracias a sus múltiples propiedades mágicas. Geoffrey de Monmouth es el primero en hablar de esta magnífica espada, de la que dice que fue forjada en la isla de Avalon.

Respecto al nombre de Excalibur existen varias teorías. Una de las más aceptadas es que proviene del latín Ex Calce Liberatus, que se podría traducir como “liberada de la piedra”. También se cree que podría proceder del gaélico antiguo caladbolg, que significa “espada centelleante”.

También hay varias teorías acerca de cómo Arturo obtiene esta mítica espada. Monmouth asegura que Merlín forjó la espada y la clavó en una piedra, con la esperanza de que Arturo la sacara cuando estuviera preparado para ser rey. En el Ciclo de la Vulgata, en cambio, se cuenta que Arturo había roto su espada durante un combate, de modo que Merlín le llevó a un lago del que surgió la misteriosa Dama del Lago, quien le entregó la espada así como la vaina que hacía que Arturo no perdiese sangre cuando luchara.

La leyenda más difundida nos cuenta que Arturo la obtuvo después de sacarla de la roca donde estaba incrustada (en otras versiones, la espada está clavada en un yunque). Entre sus propiedades mágicas está la de cortar el acero, y ya hemos visto que la vaina poseía la capacidad de protección, evitando que su portador fuese dañado o herido.

En cuanto a su desaparición, la historia más aceptada es aquella en que Arturo, herido de muerte, ordena a uno de sus caballeros que arroje la espada al estanque donde vive la Dama del Lago. Al arrojar la espada, una mano emerge de las aguas, toma la espada y se hunde de nuevo. Otra versión dice que la espada permanece junto al rey Arturo en Avalon, aguardando el día de su regreso.


La Mesa Redonda




La Mesa Redonda es la imagen más representativa de la corte del rey Arturo y es el símbolo de la época dorada de este legendario rey y de sus caballeros. La Mesa Redonda no está presente en la tradición galesa y su primera aparición tiene lugar a mediados del siglo XII, en la versión francesa de la Historia Regum Britanniae que realiza Wace.

Según este autor, Merlín habría construido la Mesa para el padre de Arturo, Uther Pendragón. Al morir éste, la mesa fue adquirida por Leodegán, rey de Carmelida y padre de Ginebra, quien aportó la Mesa Redonda como dote en su matrimonio con Arturo. Según otra versión, la mesa fue diseñada por José de Arimatea y el “asiento peligroso” de la mesa sería el que correspondería a Judas Iscariote, por eso en lo sucesivo dicho asiento solo podría ser ocupado por un caballero intachable (Galahad).

En cuanto a la redondez de la mesa, hay varias explicaciones: La cosmológica (la mesa simboliza la redondez del cielo y de la Tierra); la espiritual (influencia del neoplatonismo cristiano, que consideraba la forma circular como una perfección divina); la funcional (intento de mostrar a todos los caballeros en una posición de igualdad para evitar disputas); y la histórica (era costumbre entre los guerreros celtas sentarse en los banquetes en círculo alrededor de su jefe).

El simbolismo de la Mesa Redonda va cambiando con el tiempo, y pasa de ser un símbolo de la fraternidad de los caballeros para ir convirtiéndose poco a poco en un símbolo cristianizado que establece la vinculación entre la caballería y la religión.


El Santo Grial




El origen de la leyenda del Grial parece que se remonta a las leyendas celtas paganas que hablan de recipientes prodigiosos, cuernos de la abundancia y demás. El Grial poseía muchas propiedades milagrosas, tales como proporcionar alimento a los que estaban libres de pecado, cegar a los impuros de corazón o dejar mudo al irreverente que llegaba a su presencia.

Chrétien de Troyes le da al Grial una dimensión mística o espiritual. Según la tradición, el Grial lo guardó José de Arimatea, que recogió en él la sangre de Cristo crucificado. El cáliz viajó después a Bretaña, donde pasó de generación en generación a los herederos de José.

El Santo Grial aparece en el romance medieval de Perceval, cuyo tío es el custodio de este objeto. En leyendas posteriores, el Grial es ya objeto de una incansable búsqueda por parte de los caballeros de Arturo, pero solo aquellos con una disposición espiritual adecuada tendrán una oportunidad de llegar hasta él. Los modélicos caballeros de la Mesa Redonda (Lanzarote, Galván…) son sustituidos por un nuevo modelo de caballero cuyos principios son la fe, la castidad y la pureza de corazón (Perceval, Galahad, Bohort).


4 comentarios:

  1. Al fin has hecho! Menuda pasada de entrada, Laura, es exhaustiva a mas no poder y he leído alguna otra cosa que yo no sabía XD. Desde luego, la espera ha valido mucho la pena. Ahora unos pocos puntos interesantes, sobre los que vale la pena seguir especulando:

    El primero sería el nombre de Excalibur, que además de los orígenes antes citados, yo creo que vienne le palabra latina Calib (acero).

    La siguiente es la de Arturo, que también podría venir de la palabra latina "arctus", que significa "estrecho". Tal vez alguna característica física o psicológica? Un tipo alto, enjuto y severo de carácter tal antiguo romano? No sé por que pero me ha venido a la mente una especie de Stannis tardoromano XD. Aunque lo del oso creo que es lo mas probable. un tipo bien bestia alquilando su acero por toda Britania tiene posibilidades de ser rey o al menos un caudillo duro de pelar.


    Respecto a lo de Mordred (Mordredus, Merdraud, Medraut o Modrot; estas dos últimas en las versiones mas antiguas, siendo nombres gaélicos constatados) histórico, seguramente sería otro caudillo de la época y no mas. Pero también dicen algunos expertos que Mordred viene de una corrupción del nombre latino MODERATVS. Tal vez fuera el último gran líder de ascendencia romana? El último coletazo de los britano-romanos?

    Y respecto a Merlín, veo mucha tradición druídrica en él. Myrddin no significaba en gaélico antiguo algo así como "montaraz"? Creo que hace tiempo leí algo sobre ello.

    En fin, perdón por escribirte este tostón, pero un artículo tan bueno se merecía una contestación kilométrica. Por cierto, creo que este es el mejor artículo que has escrito hasta la fecha. En fin, enhorabuena y todo eso.

    Un saludo y gracias por esta sobredosis artúrica ;)

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    1. Lo prometido es deuda, ¿no? Después del ranking de espadas, donde salió mencionada Excalibur en un comentario, pensé que podría ser buena idea darle un repaso un poco más largo al resto de la leyenda artúrica. A pesar de lo exhaustiva que dices que te ha parecido, creo que me he dejado muchas cosas, pero es que es imposible abarcarlo todo. Aun así, me alegro de que te haya gustado ^^*.

      Y ahora, a comentar los puntos que has añadido. Respecto al origen del nombre de Excalibur, la verdad es que se presta a todo tipo de interpretaciones. Tanto puede proceder del latín como de las antiguas lenguas celtas, lo que me parece lógico porque la leyenda se encuadra en ambas culturas, que supongo que llegarían incluso a mezclarse en algunos aspectos. Supongo que a ese respecto se puede escoger incluso nuestra opción preferida.

      Otro tanto ocurre con el nombre de Arturo. Es interesante eso de que podría provenir de "arctus" (estrecho), quizá referente a un rasgo físico que fuese destacable en él. Aunque me parece que sería más probable lo de Oso, no solo porque quizá el personaje que identificamos como Arturo tuviera un aspecto salvaje y feroz en cierta medida, sino también porque el oso es un animal con un gran significado dentro de la cultura celta por su carácter sagrado (de hecho, en alguna leyenda se cuenta que a Arturo le estaba prohibido matar osos por ser su animal totémico).

      Seguimos con nombres. Mordred es un personaje muy oscuro dentro de la leyenda artúrica, y cada vez adquiere matices más negros debido a su carácter de antagonista absoluto. Se le ha asociado a Arturo como su hijo, aunque puede que en realidad no tuvieran nada que ver (los datos que tenemos sobre su parentesco son de la leyenda, no de pruebas reales). Quizá fuese un caudillo tan poderoso como Arturo, el único que quizá le hizo sombra, y la tradición acabó relacionándolos como padre e hijo.

      Sobre Merlín corren todo tipo de leyendas, cada una más rocambolesca que la anterior. Se cree que el personaje pudo haber tenido una base real, aunque menos mágica que la que ha llegado a nosotros. Puede que Merlín fuese un mendigo un poco pasado de rosca que se creía profeta o mago, y esa figura acabó evolucionando y convirtiéndose en el mago más poderoso de los tiempos antiguos.

      También podría haber hablado de la influencia de la leyenda artúrica en la actualidad, como sucede en El Señor de los Anillos y en la saga Star Wars, pero me parecía demasiado. Quizá lo deje para otro post, pero ya veré.

      Y nada de tostón, hombre. Me alegro de que te haya gustado el artículo y que lo hayas disfrutado. Espero que los siguientes que escriba te sigan gustando.

      Un saludo y de nada, ^^*

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  2. Como "arturófilo" que soy desde pequeño me ha gustado muchísimo esta entrada muy completa, colosal, sobre los principales componentes del mito y sus posibles bases históricas, aunque desde luego estoy ante una "arturóloga" de campeonato, he aprendido unas cuantas cosas que apenas sabía de mi reverenciado rey y su circunstancia.
    A ver quién no ha soñado/imaginado alguna vez con Avalon, Camelot, los caballeros, la Dama del Lago...

    Magnífica entrada Laura!! Un fuerte beso!! :)

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    1. ¡Hala, que me sacas los colores y todo! A mí también me ha gustado mucho recopilar información sobre Arturo y redactar esta entrada; la materia de Bretaña siempre me ha gustado mucho y me confieso enamorada de ese mítico rey Arturo y de la historia que le rodea. He tratado de hacer el post lo más completo posible, y de verdad que me alegra que la gente pueda aprender algo de lo poco que, en mi humildad, he podido ofrecer.
      Y sí, yo también he soñado alguna vez con acercarme a la roca y arrancar de allí a Excalibur para convertirme en reina. El mito artúrico es un filón impresionante para cualquier niño con imaginación desbordante, XD!

      Muchas gracias por pasarte y leerme!! Otro beso el doble de fuerte para ti!!

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