miércoles, 23 de enero de 2013

El Rincón del Lector IV: Amor y Muerte en Florencia

La publicidad tiene la virtud de hacernos entrar cualquier cosa por los ojos y, como seres humanos, somos sugestionables y es lógico que a veces caigamos en las garras de los publicistas y los productos que anuncian. No tiene por qué ser malo; a veces la publicidad acierta y consigue venderte un buen producto a precio razonable. Lo malo es cuando no se le da el pábulo suficiente a una obra que merece la pena y, por desgracia, en el mundo de la literatura esto parece ser lo habitual. Es lo que sucede con la obra que os traigo hoy.



Título: Amor y Muerte en Florencia (The Birth of Venus)
Autora: Sarah Dunant
Nº de páginas: 376
Editorial: Random House Mondadori - DeBolsillo
Sinopsis: En 1492, Florencia es la esplendorosa ciudad forjada por Lorenzo de Médicis, el Magnífico, en la que el refinamiento, la cultura y el arte más deslumbrantes se dan la mano. Alessandra Cecchi aún no ha cumplido los quince años cuando su padre, un próspero comerciante de telas, trae a un pintor para decorar la capilla del palacio familiar. Hija del Renacimiento, con una mente precoz y gran talento para el dibujo, Alessandra queda fascinada por la destreza del pintor, pero también por su persona. Sin embargo, negros nubarrones se ciernen sobre la ciudad: el lujo ha traído también desenfreno, corrupción e impiedad. En ese terreno, las prédicas del monje Savonarola atraen a las multitudes y amenazan con transformar la vida de los florentinos...



RESEÑA (con spoilers)

Nos encontramos con una novela que, a primera vista, puede engañar. No quiero decir que la sinopsis no tenga nada que ver con el contenido de la novela, sino que, por el título, podemos pensar que se trata de una novela de amor enmarcada en el Renacimiento y que contará con los típicos tópicos del género. Y nada más lejos de la realidad. De hecho, puede que el título sea lo más desacertado de la novela, porque por lo demás es un gran libro que recomiendo leer.

Narrado en primera persona, nos metemos en la piel de Alessandra, una auténtica hija del Renacimiento, cuyas amplias lecturas de los clásicos griegos y contemporáneos (conoce bien La Divina Comedia de Dante) le han dado una sabiduría e ingenio impropios en alguien tan joven, pero que la convierten en una conversadora rápida, inteligente y deliciosa. Su afán por el dibujo, no muy bien visto en una mujer, la convierte en una rebelde a ojos de su familia. Sin embargo, no puede evitar caer en los convencionalismos de la época: para protegerse de la invasión francesa, acepta casarse con un hombre mucho mayor que ella.

A través de los ojos de Alessandra, vemos cómo podría haber sido la sociedad florentina de finales del siglo XV. Digo "podría", porque la autora se ha documentado mucho y muy bien (de hecho, al final del libro nos ofrece la bibliografía que ha utilizado), pero en los diálogos se nota un acento contemporáneo que no por eso desmerece la narración. No quiero decir que caiga en anacronismos, pero utiliza un tono que difícilmente podríamos imaginar en gente de la época (por ejemplo, utiliza mucho el tuteo, incluso con personas mayores, cuando lo más correcto habría sido utilizar el "vos", mucho más común en la época).

Entre los personajes célebres que podemos encontrar, aunque sólo de oídas porque Alessandra no llega a verlos, son Lorenzo el Magnífico, Pedro de Médicis, Ghirlandaio, el Papa Alejandro VI, Miguel Ángel y, al final, Leonardo da Vinci. El único personaje real al que llega a ver es al monje Savonarola durante uno de sus sermones. No obstante, Alessandra se entera de todo lo que pasa por boca de otros, de modo que está al tanto de las intrigas políticas y de los nuevos cambios que el monje radical trae a la ciudad, como el Ejército de Dios o la Hoguera de las Vanidades.

Otro personaje importante del que nunca se nos da el nombre es el pintor. Este joven, traído de las tierras del norte por el padre de Alessandra para pintar los frescos de la capilla familiar, es un hombre tímido, callado y taciturno, envuelto en el misterio. Parece tener algo que ver con los cadáveres mutilados que aparecen por la ciudad de vez en cuando, aunque más tarde descubriremos la verdad. Lo cierto es que el pintor es un hombre atormentado por las dudas sobre Dios y el cuerpo humano, y al que la audacia y curiosidad de Alessandra asusta un poco. Alessandra también se siente atraída por él, aunque parece más interesada en sus pinturas que en él mismo (por eso no se puede encuadrar esta novela en el género rosa, porque no se da primacía al amor entre estos dos, que al final sí que hay).

Por lo general, los personajes no son tan misteriosos como el pintor, pero eso no quita que no sean interesantes. Erila, la esclava negra de Alessandra, es una mujerona habladora y grosera que ayuda en todo lo que puede a la protagonista.

Plautilla, hermana mayor de Alessandra, es una joven frívola aunque bienintencionada a la que le asusta la fealdad y sólo quiere rodearse de cosas hermosas. Tomaso y Luca, los hermanos de Alessandra, son dos jóvenes descarados, provocadores y pendencieros que se crían como salvajes en la noche florentina. Tomaso y Alessandra mantienen además una guerra entre ellos; Tomaso es más atractivo que Alessandra, pero también más malvado y calculador. De hecho, no le importa hacer daño a su hermana con tal de estar él a salvo.

Otro personaje interesante es Cristoforo Langella, marido de Alessandra. Es de buena familia, pero se confiesa pecador reincidente. Sus motivos para casarse con Alessandra nos son revelados durante su noche de bodas, en la que debe confesar a Alessandra que es sodomita y que necesitaba casarse como tapadera para no ser arrestado y torturado. Lo que completa el marco de telenovela es que Cristoforo está enamorado de Tomaso, el hermano de Alessandra, que le propuso que se casara con ella para tenerlo a su disposición. No obstante, Cristoforo no es una mala persona. De hecho, le concede plena libertad a Alessandra. Entre ellos, la relación es un poco extraña: Son buenos amigos y conversadores, pero todo se tuerce cuando se trata el tema del sexo. Alessandra siente cariño por su esposo y le duele su traición, pero a Cristoforo le ocurre exactamente lo mismo cuando se invierten los papeles y es Alessandra la que lo traiciona con el pintor, al que ama y admira a partes iguales. De hecho, una de las frases más hermosas de la novela, pronunciada por la madre de Alessandra es esta:

-Ay, Alessandra, no eres fea. Eres tan hermosa que casi conseguiste enamorar a un sodomita.

El final es un poco triste, ya que Alessandra vuelve a reencontrarse con el pintor muchos años después, cuando la hija de ambos ya es casi una adolescente y ambas viven en un convento lejos de todo lo mundano. Sin embargo, como cada uno está entregado a su nueva vida, no pueden estar juntos. Es triste, pero acertado.

En general, es un libro muy interesante y que merece la pena leer. Además, como historiadora, afirmo que está magníficamente documentado y, por lo tanto, no encontraremos anacronismos demasiado fuertes. La época está tan detalladamente descrita que casi podremos ver los colores y la magnificencia de lo que debió ser el Renacimiento florentino, y eso es otro punto a favor de la autora. Ciertamente, a mí me gustó mucho esta novela porque me pareció original, muy correcta y con unos diálogos realmente maravillosos que merece la pena releer para captar toda su esencia. Se lee muy rápido y no resulta cansino porque la acción es rápida y amena. Lo que se echa un poco en falta es otro punto de vista que no sea el de Alessandra; habría sido muy interesante ver las intrigas políticas de la Signoria en plena invasión francesa o ahondar en el fanatismo religioso de Savonarola desde su óptica personal. Pero como se trata de la historia de una joven aristócrata, pues tendremos que conformarnos con lo que hay. En cualquier caso, muy recomendado.

lunes, 7 de enero de 2013

MEME literario para ir calentando

Y, para empezar el año con buen pie,  nada mejor que dejaros aquí un MEME literario de esos que se encuentran en varios foros de literatura. Como escritora que espero considerarme, es lógico que muestre el gran amor que siento por los libros. Además, si frecuentáis este blog (espero que sí), también podéis animaros a hacerlo.

Vamos allá!

1. El último libro que he leído: Donde los Árboles Cantan, de Laura Gallego. Si habéis leído la reseña que le dedico, veréis que no me ha gustado mucho.

2. El libro que estoy leyendo ahora mismo: El Silmarillion, del Maestro Tolkien. Lo leí cuando estaba en el instituto, pero ahora me doy cuenta de muchas cosas que no había pillado en su día.

3. Un libro que cambió mi forma de pensar: Dolores Claiborne, de Stephen King. O, como lo llamo yo, "Cómo matar a tu marido borracho y abusador en medio de un eclipse y salir impune de ello". En serio, es un gran libro sobre una mujer que ha sufrido cabronadas toda su vida y, a pesar de todo, sigue adelante con un par de ovarios.

4. El último libro que me hizo llorar: Tormenta de Espadas, de George R. R. Martin.

5. El último libro que me hizo reír: La sanguijuela de mi niña, de Christopher Moore.

6. Un libro prestado que no me han devuelto: No se trata de un libro, sino de un cómic. Me faltan los números 4 y 5 de Kamikaze Kaitou Jeanne, de Arina Tanemura. Como no me hablo con la chica en cuestión, tuve que volver a comprármelos.

7. Un libro prestado que no he devuelto: En busca de Senna, de la serie Eternia de Katherine A. Applegate.

8. Un libro que volvería a leer: Amor y muerte en Florencia, de Sarah Dunant. Me gustó mucho este libro sobre una jovencita renacentista de escasa belleza física pero sí un grandísimo ingenio.

9. Un libro que cambió mi vida: Aquí tengo mis dudas... pero me voy a decantar por Canción de Hielo y Fuego, de George R. R. Martin, porque me hizo comprender por qué amo la fantasía épica.

10. Un libro para regalar a ciegas: Un trabajo muy sucio, de Christopher Moore. Es una risa de principio a fin.

11. Un libro que me sorprendió para bien: El Clan del Oso Cavernario, de Jean M. Auel. Es el único de la saga que vale la pena, y no me esperaba que me gustara tanto.

12. Un libro que me decepcionó: Sinsajo, de Suzanne Collins. Así como Los Juegos del Hambre y En Llamas me parecieron muy acertados, este hizo que se derrumbaran los pilares de mi gusto por esta trilogía. Llegué a pensar que a la autora se le había ido la olla.

13. Un libro que robé: Cuando estaba en el instituto me pillé de clase de inglés un libro de Cuentos de Shakespeare, de Charles y Mary Lamb. Sorry...

14. Un libro que encontré perdido: Nunca he encontrado un libro perdido.

15. El autor del que tengo más libros: Christopher Moore, por supuesto. Adoro su prosa y su sentido del humor.

16. Un libro valioso: Las dos sagas de Margaret Weiss y Tracy Hickman: Crónicas de la Dragonlance y Leyendas de la Dragonlance. Aunque no es que sea un formato muy bueno, es de los mejores que tengo.

17. Un libro que llevo tiempo queriendo leer: Medievalario, de Fran Zabaleta. Como tiene como fondo la Edad Media, estoy deseando tenerlo entre mis manos.

18. Un libro que prohibiría: La Mano Izquierda de Dios, de Paul Hoffman. No me gustó absolutamente nada de ese libro. En serio, ¿qué se ha fumado el autor?

19. El próximo libro que voy a leer: La Reina sin Nombre, de María Gudín. Lo encontré el otro día por casa y voy a echarle un vistazo.


Bueno, hasta aquí mis gustos literarios. ¿Cuáles son los vuestros?

jueves, 3 de enero de 2013

Una lista de buenos propósitos

Una de las muchas tradiciones que trae consigo la entrada de un nuevo año es que todos, absolutamente todos, hacemos una lista de buenos propósitos que siempre tenemos intención de cumplir. Lástima que muchos no seamos todo lo constantes que deberíamos, y esa lista de diez propósitos dignos de elogio se convierte en "alguno haré, pero espera un poco que acaba de empezar el año y queda mucho tiempo por delante". Yo procuro ser una excepción en todo lo que hago (aunque a veces no lo consigo, evidentemente), y con esto no podía ser menos.

Hoy os traigo mi lista de asuntos pendientes para este año 2013, y espero de verdad cumplirlos todos o la mayoría de ellos, porque tienen mucha importancia para mí.


1. Seguir escribiendo mis nuevas novelas (y tratar de que las publiquen)

Este, por supuesto, es mi propósito principal. Y no sólo porque trata uno de mis aspectos más íntimos y personales, sino porque también me parece que va a ser lo más difícil de cumplir por los tiempos que corren y porque el mundo del escritor no es tan idílico como se puede pensar visto desde fuera. Sin embargo, también quiero ponerlo en primer lugar porque voy a dedicar muchos de mis esfuerzos a conseguir que este sueño se haga realidad. No me voy a rendir tan pronto, y podéis estar seguros de que voy a intentar que todas mis novelas lleguen al público, que es el que tiene la última palabra.

2. Estudiar alemán con más devoción

¿Quién me mandaría a mí meterme en este embrollo? Bueno, sí que lo sé: Mi mejor amiga, Andrea. Había pensado ponerme a estudiar un idioma (en inglés no estoy tan mal, lo que pasa es que me falta hacer los exámenes para sacarme el grado medio), pero yo había pensado en meterme en italiano, porque uno de mis sueños siempre ha sido irme a Roma o a Florencia. Pero hete aquí que Andrea me acabó convenciendo para que me apuntara con ella a alemán, y aquí estoy: Dándolo todo. No me disgusta y creo que no se me da mal, pero eso lo veremos en los exámenes. Pero mi profesora es tan buena y paciente que voy a esforzarme más para ser su ojito derecho ^^*.

3. Buscar trabajo

Bueno, esta ya no depende sólo de mí. De todos es sabido que, con los tiempos que corren, es muy chungo encontrar trabajo. A todo esto se suma que soy Licenciada en Historia y, como tal, debería meterme a unas oposiciones si quiero ejercer en la enseñanza (con el coñazo que eso supone: años de estudio ininterrumpido y convocatorias que se pueden revocar o aplazar por tiempo ilimitado). Lo que pasa es que no sé si estoy preparada para la enseñanza... Y tampoco me voy a meter a una tesis porque todos los que se meten a ella acaban mal de la cabeza (en serio). Así que, de momento, me conformo con cualquier cosa para sobrevivir y ayudar a mi familia. A ver si algún día consigo independizarme...

4. Decirle lo que siento a la persona que más quiero

¿Propósito de amor? Pues sí. En mi caso es un poco complicado, puesto que este chico en cuestión, que aparece en mis sueños y en mis pensamientos, está lejos de mí y para él no seré más que un recuerdo lejano. Me declaré a él una vez, pero no salió nada de ahí. Sin embargo, quiero intentarlo una vez más, ahora que han pasado unos cuántos años y le sigo teniendo en mente. Ojalá tenga más suerte la próxima vez.

5. Volver a abrazar a todos aquellos a los que hace tiempo que no veo

Aquí entrarían todos mis compañeros de la facultad, con quienes compartí muchos momentos buenos que no se volverán a repetir. Quiero ver a todos mis amigos para decirles lo que no quise decir en su momento porque me daba pena: Que los quiero, que los echo de menos, que me gustaría estar siempre a su lado... Los años que pasé en la universidad fueron para mí los mejores de mi vida, y me daba mucha tristeza pensar que algún día se iba a terminar, sobre todo teniendo en cuenta la perspectiva actual en cuanto a trabajo y vivienda. Pero sé que, si todos ponemos de nuestra parte, podré volver a verles una vez más.

6. Meterme un poco más en la cocina

Humm... Esto parece algo sacado del show de Donna Reed o algo por el estilo. Parezco una amita de casa, jejeje! Esto viene a cuento de que en la cocina soy un auténtico desastre. No sé cocinar si no tengo la receta delante y la estoy mirando a todas horas. Desde que murió mi DS, no puedo hacer las recetas del Cocina Conmigo, así que me toca volver al recetario escrito de toda la vida. Me gusta mucho hacer pasteles y otros postres; es lo único que me sale medianamente bien. En diciembre conquisté a mis amigos y familiares con mis trufas de Oreo y mis galletas navideñas. Ahora tengo pensado meterme a hacer cupcakes, y a ver qué sale de ahí. Deseadme suerte!

7. Pasármelo de maravilla, disfrutando de la vida

Eso, por descontado. La crisis hace de las suyas y acentúa el pesimismo en todos nosotros. No siempre soy animada y alegre; es más, si me conocieras verías que casi siempre estoy seria y taciturna. Pero no podemos rendirnos, es así de simple. Sé que todos tenemos miedo. Es comprensible. Yo también tengo miedo ante la incertidumbre. Pero creo que, dentro de lo que cabe, también tenemos derecho a divertirnos un poco. La vida es muy corta y no hay tiempo para caer en el desánimo. Así que dadlo todo y no os rindáis nunca!!

8. Y, por supuesto, estar con todos vosotros

Este blog se está convirtiendo en una parte importante de mí, porque aquí puedo poner prácticamente todo lo que siento sin ninguna traba. Aún somos pocos, pero espero que os animéis muchos más a colaborar conmigo, a dejarme vuestras opiniones, a preguntarme todo lo que queráis. Si puedo aconsejaros en algo, pedídmelo. Si sólo queréis dejar un comentario, yo lo leeré con mucho gusto. Si consigo que este blog llegue al máximo número de personas, me daré por satisfecha y seré feliz. Un beso para todos vosotros!!


Y, para terminar, os dejo una foto del aspecto que quiero que tengan mis cupcakes! Cuando las prepare, dejaré fotos mías... pero de momento, pongo la bonita, porque hay que quedar bien por encima de todo ^^*!




¡Y hasta aquí mi lista de buenos propósitos para el 2013! Espero que os animéis y me contéis qué pensáis hacer vosotros este año, qué planes tenéis, qué sueños queréis cumplir... A veces es bueno compartir esos sueños con otros y recibir una palabra de aliento, y eso es lo que me propongo hacer en este blog.

Un beso para todos!